Me fascinan los cuadros de este hombre, que estaba obsesionado con pintar a su mujer Elizabeth Siddal, musa de muchos pintores, que tras casarse con Gabriel, fue exclusivamente para él. Dicen que ella era bellísima.
Se suicidó con 33 años con láudano, después de parir un niño muerto.
El cayó en depresión y la idealizó, pintándola en multitud de cuadros, rayando casi la obsesión.
En "Beata Beatrix", la representó con una paloma roja en sus manos, símbolo de espiritualidad, que porta una rama de láudano en el pico...